El futuro de Atlético depende claramente de si pueda revertir la llave ante Junior o no. Pero el resultado que obtenga ante el “Tiburón” es una cuestión que puede significarle distintas variantes. La primera (y la quiere todo el pueblo de Atlético) es seguir en la Libertadores; para eso deberá ganar 1 a 0 e imponerse en los tiros desde el punto del penal o, adjudicarse una ventaja en el marcador de dos goles o más para acceder de manera directa al grupo 5 del certamen continental. La segunda posibilidad que se le presenta al club de 25 de Mayo y Chile es disputar la Copa Sudamericana. Sería la chance de jugar un nuevo torneo internacional, pero claro, eso significa quedar afuera de la Libertadores. ¿Por qué? Porque los eliminados con mejor performance de la fase 3 obtienen un lugar en la siguiente Sudamericana, comenzando desde los 16avos.
Si Atlético accede a los penales y cae derrotado accede automáticamente. Misma suerte correrá si gana por la mínima diferencia, aunque claro no le sirva para la Libertadores, como el 2-1, 3-2, 4-3, 5-4, 6-5.
En todo este “Combo Loco” hay además una situación extraña y atípica. Si Atlético se encuentra arriba en el marcador por 2 a 1 estaría entrando en la Sudamericana pero se quedaría afuera de la Libertadores. Un gol más le permitiría el acceso, pero un gol de Junior complicaría el panorama, dependiendo ahora la clasificación a la Sudamericana de lo que hagan los restantes equipos en las otras llaves de la fase 3. Que Olimpia (el otro perdedor en la ida) no gane (sería mejor si pierde) y que en los partidos de vuelta que terminaron en empate en la ida, no se repita el resultado. Todas las opciones se presentan posibles.